LA LLEGADA DE LOS
SAJONES
En la primavera del año 449, tres barcos llegaron a la costa
sureste de Britania, nadie en Britania podía imaginar que dentro llevaban la
ruina de todos.
Los jefes de esta expedición eran dos hermanos, Horsa, el
mayor, el guerrero, y Hengist, el cerebro.
Vortigern por aquel entonces había celebrado una pantomima
de consejo en Durovernum Cantiocorum (Canterbury) y tras enterarse de la
noticia, envió emisarios e invito a los hermanos a su presencia. Cuando
llegaron, se dirigieron a Vortigern como rey, y explicaron que querían entrar a
servicio del gran hombre. El gran rey no lo dudó ni un momento, allí tenía la
respuesta a sus problemas, una fuente de fieros guerreros, leales solo a él (al
menos mientras tuviera oro y tierras con las que pagar) y sin contactos en la
isla, por lo que serían más despiadados si cabe. Los hermanos fueron tomados
como Foederati (barbaros al servicio de roma que recibían tierras a cambio) al
servicio de Vortigern.
Realmente Hengist y Horsa no eran sajones, eran jutos, pero
para los romanos y los britanos de la época, todos los pueblos marítimos del
norte de Europa eran sais, sajones, jutos, anglos, frisones, daneses,
escandinavos… su nombre provenía del cuchillo que todos llevaban, el seax, así
que su nombre significaba literalmente hombres cuchillo.
Ya había asentamientos sajones a lo largo de la costa este
de la isla, desde tiempos de los romanos, que estaban medianamente civilizados,
y que se enfrentaban a las incursiones de pictos y de sus compatriotas.
Con Hengist y Horsa, Vortigern había encontrado su guardia
personal, y estaba dispuesto a usarla. Esta guardia personal estaba compuesta
por lo mejor del noroeste de Europa, piratas, jutos, sajones anglos, frisones,
y algún que otro danés e incluso francos. Se habían lanzado al mar, puesto que
en su tierra tenían pocas oportunidades de prosperar, y además, se acercaba
Atila con su ejército. El número de hombres que traían los hermanos era de un
centenar aproximadamente.
Pocos días después, Vortigern fue avisado de una incursión
de pictos, y se dirigió al norte a encontrar a esta fuerza invasora. Cuando
llegaron, los sajones, hicieron una matanza tan grande entre los enemigos del
alto rey que estos emprendieron la fuga.
Vortigern quedó tan contento con el desempeño de sus nuevas
tropas, que dio a los hermanos como regalo la isla de Thanet, al sureste de la
isla, como tierras para que se asentaran y les animó a traer a sus familias y a
invitar a más guerreros desde el continente, cosa que los hermanos no tardaron
en hacer. Más de 15 barcos llegaron ese verano a la isla de Thanet, con entre
400 y 600 guerreros a bordo y sus familias, entre estos venia la familia de
Hengist, con su hija Rhonwen.
En un banquete para agasajar a sus nuevas tropas, Hengist
(un zorro inteligente) hizo que su hija sirviera a Vortigern, el cual quedó
prendado de la joven, y perdió totalmente la cabeza. Vortigern abandonó a su
esposa y se casó con Rhonwen, como precio por la novia, regaló a su suegro el
reino de Ceint (Kent).
Al año siguiente, Hengist convenció a Vortigern de seguir
trayendo más sajones a su tierras. Así que ese verano llegaron a las costas de
Thanet y Ceint más de 40 barcos, casi 1500 guerreros y sus familias, incluyendo
a los hijos de Hengist, Oisc (Octa) y Eisc (Eossa). Hengist no paró de pedir
tierras para ubicar a los recién llegados, creándose asentamientos en Bernicia
y Deira, al norte del rio Humber, y en East Anglia, añadiéndose a los
asentamientos que ya había allí anteriormente.
Pero muchos reyes en Britania, que antes apoyaron a
Vortigern, ahora se dieron cuenta de lo que habían creado y una oposición al
Gran Rey se hizo latente en el consejo, así que tres años después de la llegada
de Hengist y Horsa, el consejo de Britania nombró Gran Rey al hijo de Vortigern, llamado Vortimer, éste
aún resentido con su padre por su matrimonio con Rhonwen lo capturó y lo
mantuvo encerrado en Powys. Y ese invierno, los Britanos se negaron a las
peticiones de Hengist, cometiendo varias matanzas en diversos asentamientos.
Hengist y Horsa habían hecho uso de una política de suave
negociación, pero cuando recibieron las noticias de los refugiados sajones,
decidieron pasar al ataque. Por aquel entonces había en Britania más de 2000
guerreros Sajones. En el Verano del año 452 d. C. los hombres de Hengist y
Horsa avanzan sin oposición desde la costa este arrasándolo todo, había comenzado
la época del terror sajón.
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